Al desarrollar la imaginación y cuestionarse sobre su entorno aparece de manera innata en los niños la simulación y repetición de ciertas actividades, le encantará fingir que es mamá o papá, policía, piloto, cantante, etc. Estas actividades le permiten sentirse libres e independientes, no menos importante están fortaleciendo su creatividad, su libre expresión y consolidando con ella el control de si mismos.
Los juegos de rol aparte de ser muy entretenidos y divertidos desarrollan fortalecen las habilidades sociales y comunicativas, fomenta el trabajo en equipo y le permite al niño a través del juego tomar decisiones; involucrando el discernimiento primario de lo que está “bien” y “mal” así como muestras afectivas entre sus pares, simpatía y comprensión.